El tiempo que dedicas a imaginar canciones de amor que no se han inventado

Me encuentro imaginando un mundo donde el amor solo se imagina. Creamos escenarios con los momentos que vivimos, ciudades que inventamos a través del asiento de un vehículo. Un taxi negro y un conductor que canta “Power of Love” de Luther Vandross a pleno pulmón. Él conduce por unas calles vacías con un público imaginario, recuerdos de aquel amor que le hizo soñar. Rascacielos vacíos destinados al encarcelamiento individual que decoran una ciudad llena de sueños libres.

Compartimos el espacio con extraños que ven un mundo al que nosotros nunca tendremos acceso. Un instante en el que se viven mil vidas y tú solo ves lo que hay a través de tu pantalla. ¿Desde cuándo se ha vuelto más interesante estar conectado que escuchar la vida a tu alrededor?

Escuchar a niños que leen y cuentan historias, esa irrepetible satisfacción en sus caras al ser momentáneamente comprendidos.

Día de la madre: Ser adulto también es saber necesitar a tu madre.

Si Dios no existe, entonces no entiendo a las madres y su capacidad para leer el pensamiento. “Tú eres el mejor regalo, todo va a ir bien”.

La vida no espera.

El sonido acústico que tienen las iglesias. Nadie va a pensar en ti mejor que yo, la luz a través de un colorido rosetón y las almas rotas que comparten su dolor, entregándoselo a la voz de un desconocido que clama que todo es gracias a nosotros. Pero no es verdad, todo es gracias a su voz y su habilidad para utilizarla.

Nabokov- “Imagíname: No puedo existir si no me imaginas.”  

Esas amigas que son un poco madres, hermanas, pareja y terapia, un poco de todo. Ellas que lo son todo.

El subestimado arte de que todo te dé igual y los afortunados que consiguen dominarlo.

Proyectamos el odio inconscientemente; comportarse de manera desinteresada es la nueva epidemia moderna.

W. 16th St – City of the Sun.

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Somos el vacío que dejamos