¿Quién soy?
Nací en Madrid, pero en otra vida debí ser irlandesa. No me preguntes por qué, pero cada vez que escucho la gaita, el acordeón o la flauta irlandesa, soy momentáneamente feliz.
Desde pequeña, siempre he encontrado consuelo en la lectura y en la decoración. Me hipnotizan las casas antiguas y los objetos vetustos llenos de historias; todo aquello que tenga algo que contar. Siento predilección por la música en directo, por lo que, si alguna vez me pierdo, seguramente me encuentres en un concierto.
Escribo para volver a sitios, para preguntarme el significado de las cosas o sencillamente por amor a las palabras y a la vida. Recopilo todas esas cosas que por lo general no importan o, por el contrario, son lo único que importa de verdad.